“Trabajo al servicio del talento”. Con esta declaración de intenciones Amber Wigmore Alvarez resume la esencia de su oficio. Una dedicación que ejerce como Directora de Innovación de Highered EFMD -plataforma digital en la que se gestionan miles de ofertas profesionales globales-, y como Profesora Asociada en IE Business School y en escuelas de negocio y universidades de todo el mundo. Esta Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales asesora a alumnas y alumnos sobre las salidas laborales de los años venideros. A su capacidad de análisis y reflexión recurrimos para vislumbrar el futuro del trabajo en un entorno -seguramente- más incierto que nunca.
Rocío Celis, periodista y socióloga
¿Estamos en un cambio de era en el terreno profesional?
Sí, desde luego. Según el informe El futuro del trabajo 2020 del Foro Económico Mundial, el COVID-19 está impulsando a las empresas a realizar el trabajo remoto en un 83%, acelerar la digitalización en un 84% y acelerar la automatización en un 50%. Son cifras muy significativas.
Y ante esta realidad ¿qué tipo de profesionales serán necesarios?
En EFMD junto con la firma Carrington Crisp Graduate Management Admission Council (GMAC) realizamos el informe See the Future, sobre las tendencias futuras en educación y empleo. La mayoría de los empleadores a quienes preguntamos nos dijeron que buscan profesionales que se adapten a la transformación digital, que combinen tecnología y habilidades de gestión, y que estén abiertos a trabajar en un entorno multinacional y multicultural. Por otro lado, en el informe El futuro del trabajo del Foro Económico Mundial vemos que para 2025 surgirán nuevos empleos y otros serán desplazados por un cambio en la división del trabajo entre humanos y máquinas, con una creciente demanda laboral.
¿En qué profesiones?
Por ejemplo, analistas de datos y científicos, especialistas en inteligencia artificial, aprendizaje automático, big data, estrategia y marketing digital… Todo lo que tiene que ver con automatización de procesos, desarrollo empresarial, seguridad de la información, desarrolladores de software y aplicaciones, y el internet de las cosas.
Sabiendo que estas son las salidas, ¿qué es lo que hay que estudiar sí o sí?
Los empleadores sugieren que las disciplinas más valiosas en los próximos cinco años serán transformación digital, gestión de la tecnología, innovación, creatividad y pensamiento de diseño. Estas son las áreas que luego podríamos aplicar a muchísimas salidas profesionales y las que, sí o sí, habría que estudiar.
Durante la conferencia que nos ofreció en Foroe, una de las personas asistentes planteó esta cuestión centrándose en Canarias. Las islas son un buen escaparate para el mundo digital, ¿qué tipo de formación encajaría más en nuestra cultura?
Interesante pregunta. Yo diría todas las disciplinas que acabo de señalar añadiendo, por supuesto, el liderazgo de colaboración entre una red de equipos, alianzas y socios virtuales. Y, además, formación en inteligencia artificial y robótica.
¿Y qué nos dice de las certificaciones digitales?
Precisamente, en nuestro estudio les preguntamos a las empresas si estarían abiertas a contratar personal a nivel de posgrado sin un título, pero que tuviera una o más calificaciones tipo micromaster, un curso corto o programas sin título de una escuela de negocios. Más del 60% contestó que sí. Las que más valor tendrán en el mercado laboral son las certificaciones industriales -como las IT de Microsoft o de Cisco- seguidas por los micromasters. El caso es que estas microcredenciales están empezando a tener peso en el mercado laboral.
“Si tuviera que elegir entre las competencias clave de una persona, me quedaría sin duda con la comunicación”
Hace un instante ha nombrado la creatividad y la necesaria capacidad de adaptación del ser humano. A nivel personal, ¿qué competencia le parece más determinante en el futuro del trabajo?
La comunicación es fundamental. Sigue estando en las listas de lo más deseado por parte de las empresas, año tras año. La comunicación es de las pocas cosas que es muy difícil imitar en una persona, así que supone una mayor ventaja competitiva frente a los demás. Si entre las competencias clave como la creatividad, el liderazgo, la autoconfianza y la adaptabilidad tuviera que elegir solo una, me quedaría sin duda con la comunicación.
En un cambio de modelo del trabajo de este calibre, ¿qué salida se concibe para profesionales que carecen de esta cualificación?
Sinceramente creo que cuando amas lo que haces, el mundo lo sabe. El mundo quiere escuchar más, quiere puertas abiertas. Yo creo que cuando amas a tus clientes -tienes lo que todos quieren y todos quieren lo que tienes-, si quieres tener éxito tienes que encontrar algo que te guste hacer y sobresalir en ello. Esto se puede aplicar a cualquier salida profesional, en cualquier ámbito. Pero realmente cada uno tiene que encontrar eso que le apasione. En muchos casos con bajas cualificaciones la creación de empresas puede ser una salida para aquellas personas que no reúnen la formación necesaria para alcanzar ciertos puestos, aunque como ya vemos, hay que tener en cuenta la importancia que se está dando a las certificaciones digitales, incluso a la autocertificación digital. Teniendo esto en el currículum cambian mucho las posibilidades.
Pero cuando las necesidades del mercado laboral y las cifras del desempleo se imponen, ¿hasta qué punto hay que tener en cuenta las salidas profesionales y hasta qué punto la propia vocación? ¿O cómo compaginar ambas cosas?
Se puede compaginar perfectamente. Es más, no veo otra forma de hacerlo que no sea compaginándolas. A menudo hay gente que me dice “estoy estancado”, “¿cómo encuentro mi pasión?”. Profesionales, que a lo mejor llevan veinte años trabajando y que todavía no han encontrado su pasión. Yo les respondo que, en lugar de enfocarse en una sola pasión, piensen en una variedad de pasiones y -simultáneamente- que busquen las oportunidades que hay en el mercado en ese momento.
Oímos a diversos expertos decir que la vida laboral del futuro nos hará saltar de empleo en empleo, que el puesto de trabajo para toda la vida tiende a extinguirse. ¿Cuál es su opinión?
Completamente de acuerdo. Casi el 60% de los empleadores cree que los graduados de hoy estarán trabajando hasta los 70 años. Comparando nuestra trayectoria laboral con un matrimonio, según la doctora Alexandra H. Solomon, el matrimonio que necesitamos a los 30 años es diferente del matrimonio que necesitamos a los 50 y es diferente del matrimonio que necesitamos a los 70 años. Si tenemos mucha suerte y mucha habilidad, tendremos todos estos matrimonios con la misma persona. En el terreno laboral creo que es sano renovarse. A veces son cambios de puesto dentro de la misma organización y en otras ocasiones tendremos que buscar fuera el siguiente reto profesional. Pero dicho esto, no recomiendo saltar de un trabajo a otro esperando que uno de ellos te haga feliz. Necesitas tener una estrategia, dedicar tiempo a escribir tus objetivos profesionales y a establecer un plan para lograrlos.
¿Cómo vislumbra la brecha de género en el futuro del trabajo?
Afortunadamente ya estamos viendo un aumento importante en el uso de gamificación para el reclutamiento en procesos de selección que incrementa la diversidad de género.
¿Y eso en qué consiste?
Se trata de plataformas que utilizan juegos sencillos para recoger rasgos cognitivos y emocionales y esto lleva a una ampliación del pool de talento y mejora la diversidad. Estamos viendo cómo la tecnología elimina las preferencias de género contrarrestando el sesgo inconsciente presente en los procesos humanos. Desde este punto de vista yo veo el futuro de forma muy optimista, vamos en una buena dirección.
Le traslado una de esas preguntas poderosas que usted realiza. ¿Cuál ha sido el mejor consejo laboral que le han dado?
Puedo comentar dos. Hace algunos años me dijeron “nunca rechaces la oportunidad de hablar en público”. Lo pienso cada vez que me invitan a un acto y lo he aplicado a rajatabla. Y otro más reciente que me hizo reflexionar: “conócete a ti misma, úsalo para descubrir qué significa el éxito para ti y encuentra a personas que te ayuden a lograrlo”.
¿Y ha descubierto ya su significado del éxito?
Pasa mucho por el terreno familiar. Estaba acostumbrada a tener viajes laborales con extrema frecuencia, desde hace un año no viajo y este tiempo he podido estar con mi familia, con mis hijas. Ahora defino el éxito como poder realizar lo que me apasiona en el mundo del talento, compaginarlo con la familia y seguir creciendo, ayudando a las personas a lograr sus objetivos profesionales, acelerar ese matching entre el talento que hay en el mundo y las oportunidades laborales estén donde estén.