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«Ya no es una elección, reinventarse es una necesidad»

Por noviembre 29, 2016junio 2nd, 2021BLOG

Mónica Fusté promueve la reinvención profesional, algo que experimentó en carne propia. Después de once años como ejecutiva en diversos bancos internacionales, renunció a su posición en el Banco Europeo de Inversiones para impulsar a los demás a vivir de su pasión. Fundadora del Instituto de Superacción, propone un plan de acción para ayudar a personas inconformistas a superar miedos y a emprender su propio proyecto con éxito. Su último libro se titula Sé tu mejor aliado.

Entrevista realizada por Rocío Celis, Periodista y socióloga.

Usted insiste en la posibilidad de la reinvención profesional para “descubrir el potencial de negocio que tenemos las personas”. ¿Todos podemos reinventarnos?

Depende de lo que sea importante para la persona. En cuanto a capacidad, yo diría que sí. No veo que haya excepciones. No es fácil reinventarse, por eso es muy importante tener claro el “para qué”. Cuando tenemos un “para qué” muy claro, siempre encontramos cómo conseguirlo. Poder, sí podemos, pero hay que hacer un trabajo interior, indagar en uno mismo y descubrir para qué queremos hacerlo.

¿Qué es necesario para reinventarse profesionalmente?

Lo más importante es cambiar el autoconcepto. La propia palabra reinvención significa un cambio interno y eso tiene relación con el autoconcepto que tenemos de nosotros mismos. Si yo sigo pensando de mí misma que soy “lo de siempre”, es muy complicado que pueda cambiar mi vida personal o profesional. Cambiar el autoconcepto significa ser una mejor versión de nosotros mismos, empezar a abrirnos a nuevas ideas. En lugar de etiquetarnos -“yo siempre he sido así o he sido asá”-, se trata de darnos la oportunidad de mejorar este autoconcepto. Esto sería la condición imprescindible.

Por eso dice que cada uno es su mejor aliado, su mejor socio…

Exactamente. Para mí, ser nuestro mejor aliado significa tratarnos bien. Esta voz crítica que tenemos, este ruido mental que nos juzga, nos compara, nos infravalora, que nos dice que no somos suficientes… Se trata de ser capaces de entrenarnos para acallar todas estas voces y convertirnos en nuestro mejor aliado que significa ser nuestro mejor coach. Tener una relación con nosotros mismos basada en: “sí puedo”, “soy capaz”, “es posible”… Es mejorar la relación con uno mismo.

Los procesos de reinvención profesional dan cierto vértigo. ¿Qué me dice, por ejemplo, de la seguridad, de la estabilidad económica?

Hay muchas formas de hacer la reinvención profesional y cada persona tiene que encontrar la que mejor se adapte a sus circunstancias personales y económicas. Hay que hacer una buena planificación financiera y tampoco hay que ser radical. Es una transición. Yo, por ejemplo, antes de irme de Luxemburgo estuve un año empezando a planificar mi nueva vida. La mejor forma es hacerlo paulatinamente. Es un sobreesfuerzo porque durante un tiempo es como tener dos trabajos. Mantienes el trabajo que tienes para sostener esta estabilidad mientras estás creando el nuevo proyecto. Y cuando veas las cosas claras o cuando veas que la nueva reinvención te da ingresos, entonces das el salto. Hay otras personas que son más radicales y lo pueden hacer porque la estrategia que siguen es ahorrar suficientes ingresos como para vivir “x” meses sin ingresar. No hay una mejor o peor forma de reinventarse, ni la misma para todo el mundo. Lo que sí es importante –yo como economista insisto mucho en esto- es hacer una buena planificación financiera para que no nos encontremos en la situación de haber dejado el trabajo y no poder pagar las facturas.

“Si no soltamos el apego a una identidad rígida, será imposible alcanzar el
éxito en la reinvención”

En su último libro plantea diez pasos para vivir con abundancia y alcanzar paz mental. ¿Cuál sería el primer paso? ¿Por dónde habría que empezar?

El primer paso lo he denominado “yo soy”. Cuando uno se pregunta quién es, -esta gran pregunta que parece que nos da miedo o no sabemos contestar- la respuesta ya nos da muchas pistas de cómo emprender este camino. El primer paso es cambiar esta respuesta hacia un nuevo yo. El cambio tiene que ser siempre interno, es el punto de partida. Y el nuevo yo, esta nueva versión de uno mismo, hará posible el hecho de tener una nueva vida profesional. Se trata de preguntarse: ¿en quién me debo convertir para hacer posible la vida que deseo? Este sería el primer paso y es el más desafiante. Estamos tan apegados a una personalidad definida o rígida, nos da tanto miedo soltar esa identidad que nos encarcelamos y no salimos de esta prisión. Y es como un círculo vicioso que vamos repitiendo. Pero hay soltar esto porque si no es imposible alcanzar el éxito en la reinvención.

Entre las estrategias que sugiere, señala “la organización” para que cada uno consiga lo que se proponga. Sin embargo, en la obtención del logro intervienen otros factores que no dependen de la persona o que ésta no puede organizar o planificar, ¿no cree?

Te refieres a que lograr la reinvención no depende cien por cien de uno mismo…

Eso es…

Sí, por supuesto. Por eso es tan importante también el desapego de cómo van a suceder las cosas. Esto es básico. Por una parte es importante tener clara la visión: ¿qué es lo que yo quiero?, ¿cuál es el cambio que me estoy proponiendo? Cómo voy a conseguirlo no depende al cien por cien de nosotros. Hay que gestionar esta incertidumbre del “cómo”. No significa que no vayamos a conseguirlo, simplemente significa que quizás nos va a sorprender cómo va a llegar esto.

“Si uno define el éxito en relación al aprendizaje más que al resultado en sí, entonces siempre tendrá éxito”

Y si las cosas no salen como se esperaba en ese camino hacia la reinvención profesional, ¿cómo se gestiona la frustración?

Primero es muy importante no crearnos expectativas de cómo van a suceder las cosas o cuándo. Uno tiene que estar muy alerta y preparado para cambiar de dirección o de planes. La vida nos va indicando este camino. Por tanto, si uno está muy atento y se va adaptando a los resultados que le van llegando, no tendrá frustración. La frustración viene cuando nos hemos puesto altas expectativas, hemos seguido el camino que pensábamos sin tener en cuenta ninguna señal y luego, los resultados no fueron los esperados. Es verdad que muchas veces esto sucede. Desde mi punto de vista la cosa es no darse por vencido, seguir perseverando. Todo es un aprendizaje, de hecho la frustración es un tema de actitud. Si uno define el éxito en relación al aprendizaje más que al resultado en sí, entonces siempre tendrá éxito porque siempre estamos aprendiendo y la frustración se diluye en este aprendizaje.

Precisamente quería preguntarle por el éxito. Usted propone con su trabajo ayudar a las personas a concretar, por ejemplo, una idea de negocio que sea rentable o convertirse en “microemprendedores de éxito”. ¿Cuál es su idea del éxito?

Para mí esta idea ha ido cambiando –creo que nos pasa a todos- en las diferentes etapas de mi vida. No hay una definición de éxito que nos sirva para todos y sea universal, esto es algo muy personal. En este momento de mi vida, la forma que tengo de definir el éxito es disfrutar de cada segundo, aprender, crecer, evolucionar. Y como esto ya forma parte inherente de la propia vida, ya me siento exitosa independientemente de todo. Pero he llegado aquí después de muchos años de definir el éxito de otra forma. Creo que es una forma inteligente de vivirlo, a veces estamos muy apegados a una idea de éxito que simplemente por esta definición ya nos frustra, es como imposible de conseguirla.

Le he oído decir en varias ocasiones que “vivimos por debajo de nuestras posibilidades…”

Totalmente…

¿Hay alguna alternativa a la “no reinvención profesional”?

Desde mi punto de vista, no. El contexto actual -un mundo digital, globalizado, con cambios permanentes y acelerados- nos obliga a reinventarnos continuamente para sobrevivir. Ya no es una elección, reinventarse es una necesidad para adaptarnos al entorno, tengamos la situación que tengamos. Si somos emprendedores, aún con más motivo. Pero incluso trabajando por cuenta ajena, si uno no se está actualizando continuamente es muy probable que las cosas no le funcionen.

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